Cerimonia di Maturità

(Por Jorge Vitali, ex alumno y periodista)

Con arreglos florales por todas partes, nos preparábamos para la última función de nuestra querida G25: su tan ansiada Ceremonia de Graduación. Porque la Piocha tuvo efecto en cuanto siguieran usando su uniforme, y ya hablamos de ese ‘presente’ en el Ultimo Appello transformándose en ‘hasta pronto’, todavía faltaba el capítulo final. Luciendo sus togas y al ritmo de Pompa y Circunstancia, cada alumno recibió su licencia de Enseñanza Media y su medalla de Maturità. Ese mismo reconocimiento que, con nuestra tradicional lupa, simboliza el valor para cada uno de nuestros ahora exalumnos tenga la voluntad de salir a conquistar sus mundos y metas.

Un día lleno de nostalgia, marcado por ese sentimiento de ver a ese amigo por última vez con esa inconfundible águila en el pecho con la que crecieron la gran mayoría hace 14 años. Algunos están desde ese principio, otros se fueron sumando con el tiempo, si bien cada uno llegó en el momento correcto para dejar una marca indeleble en sus pares y quienes los rodearon. Mención para los apoderados que dejan esa rutina de las entrevistas con profesores, ese día libre que debían pedir para venir a cubrir los actos por los que tanto se emplearon en vestir a sus hijos; con una referencia especial para quienes vivieron esa etapa de alumno en esta misma institución.

Con presentaciones en conjunto de nuestro coro de apoderados y alumnos ya son eminencias en la música, pasamos finalmente al momento cúlmine: los profesores jefes se despiden de manera definitiva de sus alumnos.
Y finalmente, después del brillante discurso de Alessandra Mussuto, Premio Gellona 2025, cae la noche en la Scuola, momento donde se abre la puerta a los sueños de estos jóvenes cittadini del mondo. Algunos tomados de las manos de sus hermanos o primos menores, con la tradicional “Fiaccola” acompañan a quienes todavía tienen mucho que recorrer, otros en cambio de manera más metafórica, van junto a su niño interior, ese mismo con el que tienen la importante tarea de no olvidar quienes fueron en un inicio, y principalmente no decepcionar en los siguientes pasos que tomen para aportar en el mundo de los grandes.

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