(Por Stefano Macci Mattioni)

El miércoles 4 de diciembre, junto a mis compañeros del 2º Básico “C” y nuestra maestra jefe, Claudia Tapia, visitamos a los abuelitos y abuelitas del Hogar Italiano de Santiago.

Durante los días previos, ensayamos el lindo villancico “Sara’ Natale Se”, que nos enseñó la maestra de música, Eleonora Soto. También, en clase de Tecnología, el curso decidió qué actividad le realizaríamos a los abuelitos: la planificamos y buscamos los materiales que necesitábamos. De esta manera, todo estaba listo y preparado para nuestra salida… sólo bastaba esperar el día.

Cuando esa mañana de miércoles llegamos al Hogar Italiano, mis compañeros y yo, estábamos un poco tímidos. Nos llamó la atención la casa con hermosos y cuidados jardines y algunos abuelitos y abuelitas, sentados en la sombra, respirando la brisa de la mañana.

En ese momento, no sé quienes estaban más ansiosos… si ellos, al vernos llegar y romper la calma de esa jornada; o nosotros, al querer mostrarles todo lo que habíamos preparado con tanto esmero.

Entramos a la casa y nos sentamos tímidamente en los sillones del salón principal. Nos dieron la bienvenida y lentamente, se fueron acercando los abuelitos y abuelitas con cara de curiosidad; pero a la vez, con hermosas sonrisas que inundaron la habitación y crearon un cálido ambiente.

Mis compañeras de curso, que les gusta cantar con pasión y energía, comenzaron a entonar el villancico “Sara’ Natale Se” y contagiaron a todos los presentes del espíritu navideño: que nos recuerda que con amor y respeto, es posible dejar atrás nuestras diferencias; incluso, olvidar los años y experiencias que nos separan de aquellos abuelitos.

Entorno a una deliciosa merendina, les contamos quiénes somos, hablamos sobre la importancia de la familia y sobre nuestros gustos. También, fuimos capaces de escuchar atentamente, las interesantes vivencias que ellos y ellas anhelaban compartir con nosotros. La gran ternura que irradian, nos dio la confianza para abrir nuestros corazones y disfrutar de este lindo momento.

A continuación, el curso se dividió en grupos e invitamos a los abuelitos y abuelitas a participar de un taller de adornos de Navidad. Por unos minutos, mis compañeros y yo, nos convertimos en maestros y les enseñamos a confeccionar arbolitos de Navidad de cartón, decorados con lana y lentejuelas. Además, de viejos pascueros colgantes, hechos con palos de helado, ojitos locos y algodón. ¡Qué divertido fue ser maestro, con tan buenos estudiantes!

Algunos abuelitos y abuelitas del Hogar Italiano, nos decían que nos parecíamos a sus nietos. Hoy – que han pasado algunos días de aquella visita – pienso que en algún instante de esa linda mañana, mis compañeros y yo, nos convertimos en su familia. Les entregamos todo nuestro cariño, les brindamos un poco de alegría, los acompañamos y escuchamos por algunas horas.

Queridos integrantes del Hogar Italiano: gracias por hacernos disfrutar de su compañía, gracias por abrir las puertas de su casa y de su vida. Nos hubiera gustado quedarnos más tiempo y que siguiéramos aprendiendo uno del otro.

Por eso, el 2º Básico “C”  2019, no se despide con un “adiós”…. sino, “ci vediamo alla prossima occasione”.

Con cariño,

STEFANO MACCI MATTIONI

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