(Por alumnos Martín Virrueta – Gabriela González – Francesca Pesci)

Haber sido parte del taller de teatro 2019 fue una experiencia realmente maravillosa para todos nosotros; fue una oportunidad para aprender a trabajar en equipo, para ser personas más críticas y para conocernos mejor a nosotros mismos y al mundo que nos rodea, todo esto a través del arte y la creación. 

Este año decidimos poner en escena una obra chilena contemporánea de una compañía que indaga en lo marginal, lo tabú, lo minoritario y lo reprimido de la sociedad, a través de un lenguaje grotesco y un tinte de comedia negra. En nuestra obra, “Historias de amputación a la hora del té”, contamos la historia de un grupo de mujeres feas que acompañan a la joven Laurita en su último cumpleaños, antes de morir de cáncer. La enfermedad, el dolor, la violencia, el existencialismo, la homofobia, la homosexualidad, la exclusión y la injusticia fueron los temas que encarnaban, de diferentes formas y colores, nuestros personajes. 

Como todos los años, el montaje de la obra no fue una tarea fácil, por lo que tuvimos que dedicar mucho tiempo a preparar nuestros diálogos, entender nuestros personajes, ensayar las escenas y encontrar nuestra conexión con la obra. El resultado, guiado por nuestra profesora, reflejó todo el esfuerzo que le dedicamos a la realización de la obra: tuvo una recepción muy positiva de parte de todos aquellos que pudieron verla, y nosotros mismos quedamos muy a gusto (y con ganas de hacer más funciones). 

Cómo taller, también participamos del Festival Nacional Interescolar de Teatro Avanti, en el cual fuimos parte de la producción en los tres días del evento, ayudando a la gestión y producción audiovisual. Participar del festival, presentar nuestra obra, conocer a otros jóvenes amantes del teatro y compartir esta bella experiencia fue un momento que será difícil de olvidar, por lo que la atesoraremos en nuestros corazones. 

Como alumnos egresados de cuarto medio que se retirarán del taller, estamos muy agradecidos de todas las grandes amistades y hermosas experiencias que nos proporcionó el teatro, y de las grandes enseñanzas de nuestra profesora Luz María, que nos abrió la ventana a un mundo más colorido y más libre. No dudamos en decir que nuestra vida sería radicalmente distinta si no hubiéramos emprendido aquella aventura por el mundo del teatro y el arte.

Damos gracias por todo lo que nos ofreció el taller y la profesora, y… ¡Viva el teatro!

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